Una vez pensé en delinquir
fué cuando perdí la esperanza de poder convencerte
cerré el puño con un golpe fuerte y decidí
si no consigo ver el brillo de tu mirada
le robaré a las estrellas el suyo propio
y cuando no quede mas resplandor que el tuyo
a lo lejos
me quedaré mirando, tranquilo, pensando que lo conseguí
que ya no asoman ni los reflejos,
que aunque tenga que dar pasos en falso
viviré tranquilo, sabiendo que hice lo que estaba en mis manos
para devolverle a mi vida el sentido
aun sin poder convencerte de lo contrario.